Tanger (02/09/24-04/09/24)

02/09 Torre del Mar-Tanger

Salimos en coche desde Torre del Mar hasta Tarifa por la autovía (carísima, cerca de 20 euros) e intentamos dejar el coche en el parking del puerto, que no admite reservas, pero estaba lleno, así que lo dejamos en el parking Santiago, que está un poco más lejos del puerto y por suerte pillamos la última plaza. Este sí admite reservas (17 euros día).

Con las maletas nos vamos por la zona antigua y nos tomamos algo antes de embarcar.

El puerto comparado con el de Algeciras es de juguete. Viajamos con FRS como la otra vez con la AC y nos cobran unos 100 euros cada uno por clase business. Sin apenas gente para embarcar y sin esperas tomamos el ferry. En el billete nos entra lo que queramos tomar, así que como es la hora de comer, bocata, bebida y postre gratis. El barco está muy bien porque está en la proa, y vas viendo como se acerca Marruecos al barco.

Trayecto y desembarco sin problemas (una hora) y nos deja en la misma ciudad, no como desde Algeciras, que te deja en Tanger-MED, que está a 20 kms. de la ciudad. Cogemos un taxi en el puerto que nos cobra 8 euros por llevarnos al hotel. Puede que si lo coges fuera del puerto (los hay) sea más barato, pero en ese momento nos da igual.

Hay dos tipos de taxis. Lo marrones, que son compartidos y más caros, y los azules (petit taxi) que son individuales y más baratos.

El taxi nos deja a la puerta de la kashba porque no les dejan entrar, y desde ahí hasta el hotel cinco minutos. Los buenos tienen carteles en las paredes indicando por donde ir.  Es el caso del nuestro, el Kashba Blanca, así que llegamos sin problemas. Hay gorrillas que te ayudan a llegar si quieres.

El hotel está fenomenal, limpísimo y muy bien decorado. Lo único las habitaciones un poco pequeñas, pero como nosotros no paramos en ellas pues nos da igual.

Deshacemos las maleta, nos cambiamos y a rodar. Atravesamos andando toda la kashba hasta la medina (es bajada) y nos pateamos la medina entera desde la zona del puerto hasta la plaza del 9 de abril o Grand Socco. Volvemos a bajar ya callejeando y cenamos en unos bares que hay con vistas al puerto deportivo (35.78489, -5.80862), una hamburguesa y un pincho moruno de pollo. Muy barato.

Cuando acabamos de cenar vemos un artista que está haciendo caricaturas, y nos animamos a hacernos una. Nos estuvimos riendo el resto de la noche. Muy bueno.

Subimos de nuevo hasta el Grand Socco y cogemos un taxi. Nos costó mucho encontrarlo porque la distancia era muy corta y no querían; nos tuvieron que ayudar unos lugareños para que uno accediese a llevarnos. Es todo cuesta arriba y estábamos muy cansados.

Al hotel y a dormir.

03/09 Tanger-Cabo Espartel-Cuevas de Hercules-Tanger

Decidimos ver el resto de Tanger con un bus turístico (15 euros) que lo coges por dos días y puedes subirte o bajar cuando y donde quieras. Tiene dos circuitos. El primero te recorre la ciudad entera y acaba en el puerto, y el segundo te lleva por toda la costa hasta las cuevas de Hércules.

Cogemos el bus en el Grand Socco para hacer la ruta de La Villa. Ves una ciudad moderna con todo tipo de comodidades y establecimientos bastantes a la europea. Nos bajamos en el Puerto y allí cogemos la ruta 2.

Esta nos lleva inicialmente por la costa, y a la izquierda se pueden ver colinas donde están asentados los chalet de los ricos (de los franceses llaman allí). En un momento dado perdemos de vista la costa y pasamos entre grandes fincas y zonas de entretenimiento. Las fincas son de millonarios americanos y del Gobierno. Desde la distancia se ven unos palacios y casas impresionantes.

Paramos en el Cabo Espartel, el punto más occidental de Marruecos, tan sólo cinco minutos para sacar unos fotos. Volvemos a la costa, playas y sitios para montar en camello y llegamos a la Cueva de Hércules.

Están muy bien, aunque no es gran cosa. Plaza con restaurantes y tiendas y bajada a la cueva. Dentro espectáculo visual y fotos de la entrada del mar en la cueva. A la salida hay otra cueva ‘de las artes’. Más barata y muy interesante. Nosotros incluso pillamos la actuación de un grupo musical local.

Comemos una pizza en un restaurant de la plaza y camino de vuelta (pasa cada media hora). Lo mismo pero visto desde el otro lado. Mucha gente tumbada en los jardines para pasar la tarde y ver la puesta de sol.

Nos bajamos en el puerto y subimos de nuevo la medina parando a tomar algo en el Café Tanger (nos pegaron un buen sablazo).

Como nos sobra mucho tiempo decidimos coger de nuevo el bus turístico en su última salida a las 18:30 a la Cueva de Hércules. Todos tangerinos menos nosotros. Curiosamente hubo mucha gente que hizo lo mismo que nosotros, ir hasta el final y volver sin bajarse. A esa hora ya se notaba frío. Por eso nos bajamos abajo que estaba cerrado. Un paisano le pidió al conductor parar porque se encontraba mal y no quiso, así que se fue a la parte de atrás y vomitó todo. Como el olor era insoportable nos tuvimos que subir arriba a seguir pasando frío.

Vuelta a la medina, compramos unos manises tostados y pateamos de nuevo la Medina pasando por la Gran Mezquita, que al estar en medio de la Medina apenas se ve; nos vamos al Gran Café Central en la Place Petit Socco para cenar.

Un tajín de pollo bastante bueno y unos cocteles de mojito y piña colada (sin alcohol) muy ricos. Subimos al hotel andando por la medina y cruzando la kasbha, pero llegamos arriba agotados de tanta escalera.

04/09 Tanger-Tarifa-Salamanca

Dejamos las maletas recogidas en el hotel y bajamos andando a la medina para hacer las últimas compras. Un brazalete de plata en una joyería, no me fio de las tiendas de souvenirs, y unos pasteles locales, que son muy fuertes (de almendras y miel) pero están buenísimos y a mitad de precio que en España.

Subimos la cuesta andando hasta el hotel, donde nos han pedido un taxi para llevarnos al puerto (10 euros). Nos lleva por la zona de chalets de los ricos y nos deja en el puerto. El ferry de nuevo casi vacío, sin retrasos, comida completa y recogida del coche.

Carretera de vuelta a casa con parada en el Area de Servicio Leo, cerca de Monesterio, y llegada a casa sobre las dos de la mañana.

 

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