Ruta del día 1

Ruta del día 2

Medio de transporte: Moto

Ruta (700 kms.): Salamanca, Olmedo, Cuellar, Riaza, Majaelrayo, Campillo de Ranas, Puente de la Muralla China, Ciudad Encantada, Valverde de los Arroyos, Ayllón, Sepúlveda, Cuellar, Salamanca

18/5 Salamanca-Cuellar-Riaza-Majaelrayo-Campillo de Ranas-Puente de la Muralla China-Valverde de los Arroyos

Salimos de Salamanca para ver un entorno original y al mismo tiempo de disfrutar de unas curvitas, que como nos pasa siempre, para encontrar dos curvas seguidas nos tenemos que ir a doscientos kilómetros de casa.

Así vamos hasta Olmedo, donde tomamos un café y pasamos por Cuellar hasta Riaza, donde echamos gasolina, ya que a partir de aquí hay pocas gasolineras. Aquí torcemos ya hacia la derecha para meternos en el Parque Natural de la Tejera Negra. La carretera es penosa de asfaltado pero se puede circular. Al llegar al alto nos metemos en otra carretera que ya nos indica que tiene acceso restringido, es decir, en invierno no se puede pasar por aquí, nada de camiones ni autocares y un asfaltado bastante malo.

Todo el trayecto se realiza entre hayedos, aunque en estas fechas aún no tienen muchas hojas, y en las zonas altas son todo pinares. La verdad es que el paisaje es precioso. Merece mucho la pena.

De esta forma pasamos de Castilla y León a Castilla La Mancha y llegamos a nuestro primer destino, Majaelrayo. A partir de aquí mejora el asfaltado. El pueblo es una pasada y como en todos los de esta zona, no te dejan entrar con el vehículo y se aparca a la entrada. Todas las edificaciones (casas, iglesias, huertos, corrales y hasta una pista de padel) están hechas de pizarra, pero colocada de forma transversal, de forma que sólo se ve el canto. También es muy original cómo están coronados los tejados, sobresaliendo la lancha de pizarra en ambas vertientes de forma alterna (se ve mejor en las fotos).

Pateamos el pueblecito viéndolo entero. Sólo hay un restaurante y está cerrado por un evento privado, así que nos vamos a comer a Campillo de Ranas. Uno de los restaurantes está antes de llegar al pueblo, es la Posada de Campillo.

Comemos de raciones. Acertamos con los huevos rotos y fallamos con el pulpo. Aunque tenían mucha variedad para elegir. Pedimos tres cervezas sin alcohol, pero el distribuidos se ha equivocado y las dejó todas con alcohol, que le vamos a hacer.

Nos acercamos ya a Campillo de Ranas y aparcamos a la entrada. Este pueblo es famoso porque fue el primero en España donde se hicieron bodas gays, y ahora es un clásico. Mismo tipo de arquitectura pero con más servicios, un par de bares y hasta una tienda de souvenirs. Visita a pie y seguimos ruta.

Ahora nos dirigimos a ver el Puente de la muralla china. La llaman así porque el trazado de la carretera recuerda a esta tanto en su trazado como en sus pendientes. El piso es de cemento, pero se circula bien. Llegamos al puente y nos damos la vuelta porque no sabemos como estará la carretera en adelante.

Ahora vamos a ver la presa del embalse de El Vado, pero de nuevo es una carretera restringida y esta tiene unos baches impresionantes, así que decidimos darnos la vuelta para no pinchar y estropear el viaje.

De camino hacia Tamajón nos encontramos con la Ermita de la Virgen de los Enebrales, que siempre está abierta. Un edificio bien mantenido y la imagen de la Virgen que se ve sólo desde la puerta. Desde aquí se pueden iniciar rutas senderistas por la Ciudad Encantada de Tamajón. Unas estructuras naturales similares a las de Cuenca donde incluso hacen alpinismo (a pequeña escala). Un poco más adelante hay un parking muy grande para empezar las caminatas. Muy bonito y curioso

Pasamos por Tamajón y Palancares y llegamos hasta Valverde del Arroyo, donde tenemos el hotel. El hotel rural Valverde está bastante bien. Tiene lo necesario y suficiente para descansar bien y un bar en la recepción. Nos vamos a ver el pueblo. Lo más bonito es la plaza, con una fuente central hexagonal. Nos extraña que siendo sábado varios restaurantes están cerrados. Cenamos en el único abierto, La Tarihuela.

Se cena bien aunque un poco caro para ser de pueblo, 20-30 euros por cabeza y 3 euros la cerveza. Nos comimos entre otras cosas un torrezno de Soria con patatas revolconas. Algo ligerito para dormir bien. jeje.

Café, copa y puro y a dormir. Como el hotel está antes de llegar al pueblo no hay ni una luz, así que con la linterna de móvil encendida. Está muy cerca.

19/5 Valverde de los Arroyos-Ayllón-Sepúlveda-Cuellar-Salamanca

Desayunamos en el hotel y vemos que para hoy dan lluvias sí o sí, así que decidimos acortar el viaje huyendo de las nubes. De esa forma nos saltamos la visita al pantano, otros pueblos de arquitectura negra los vemos sólo de paso y nos vamos a Ayllón.

Un pueblo ya de otro estilo pero muy bonito.  En lo alto está el castillo y la Torre Vigía La Martina. Para ir a ambos hay varias escaleras. Vamos andando hasta la Plaza Mayor, donde hay una quedada motera que aprovechamos para ver. Entramos en la Iglesia de Santa María La Mayor, donde hay una exposición de unas diez motos y de fotografías en una rapaz del entorno. Merece la pena.

Vemos por fuera el Palacio de los Contreras y cruzamos el Arco de la Villa para ver el Puente Romano. Vuelta por el mismo camino y ya nos ponemos los chubasqueros porque vemos venir las nubes.

Efectivamente nada más ponernos en marcha empieza a llover, aunque no muy fuerte. De esta guisa llegamos a Sepúlveda. Aparcamos cerca de la plaza y allí no tomamos un cafetito para entrar en calor. Paseo por los alrededores de la Plaza del Trigo. Vamos a ver la Iglesia de El Salvador, pero está cerrada, y pasamos por detrás subiendo hasta un alto desde donde hay unas vistas muy bonitas del pueblo. Todo esto lloviznando.

Seguimos ruta. Desde la otra margen del río hay otras vistas muy bonitas del pueblo, incluso con un mirador.

Tiramos hasta Cuellar y paramos allí a comer. Un lugareño nos recomienda el bar/restaurante Mi Casa, donde comemos de raciones bastante bien y a un precio módico. Pasamos de ver el pueblo porque sigue lloviendo. Dejamos aquí pendientes de ver la judería, el castillo de los Duques de Alburquerque y los restos de la muralla.

Aquí nos separamos, unos para Frómista y otros para Salamanca, y hasta otro viaje tan fenomenal como este.