Medio de transporte: Autocar (viaje organizado)
Ruta (1.200 kms): Salamanca, Estella, Santa María de Eunate, Puente la Reina, Pamplona, Selva de Irati, Ochagavía, Pamplona, Monasterio de Leyre, Foz de Lumbier, Ujué, Olite, Pamplona, Baquedano, Salamanca
8/10 Salamanca-Estella-Santa María de Eunate-Puente la Reina-Pamplona
Este es un viaje organizado por la Asociación de Exempleados de Caja Duero (ASOJUBIRUERO), y vamos 104 personas (dos autocares de La Armuñesa).
Salimos a las siete de la mañana y vamos del tirón, todos dormidos, hasta el área de servicio de Quintanapalla. Ahí nos despertamos y bajamos a tomar algo. Tras media hora seguimos directos hasta Estella. Aparcamos en la estación de autobuses y vamos andando hasta Información y Turismo. Allí nos espera un guía para enseñarnos el pueblo. Somos tantos que tenemos que hacer dos grupos.
En el mío vamos primero a ver la Iglesia de San Pedro de la Rúa. Concha ve las escaleras, y como el ascensor está estropeado dice que ella allí no sube. Nos llevan por las escaleras traseras y nos enseñan el claustro, muy bonito, y la iglesia, saliendo por la puerta contraria yendo a dar al punto de partida. Desde allí, atravesando el casco antiguo vamos hasta la Iglesia de San Miguel atravesando el Puente de la Cárcel, también muy bonita y digna de ver. Seguimos ya de vuelta por la Calle Mayor hasta la Plaza de los Fueros, donde tomamos algo en una terracita (30 grados en octubre) y vuelta al autocar.
Me hubiese gustado ver también la Basílica Nuestra Señora del Puy, pero estaba un poco fuera de ruta y no daba tiempo.
Desde allí nos vamos a comer al lado en Ayegui en Restaurante Casa Luisa. Unas pochas a la navarra (alubias blancas con poco condimento), un bacalao en piperrada bastante bueno y tarta de queso riquísima.
Seguimos ruta hasta Santa María de Eunate, Iglesia románica del siglo XII de planta octogonal, muy curiosa y original. Nos la explicó un guía.
Desde aquí nos vamos a Puente La Reina, donde nos dejan sueltos para que la visitemos. En lo que nos da tiempo vemos el puente romano, la mejor vista es desde el puente nuevo, seguimos la calle Mayor para ver la Iglesia de Santiago y hasta el final de la calle hasta la Iglesia y Convento del Crucifijo. Volvemos por la misma calle, parada en la Plaza Julián Mena para tomar algo y al autocar.
Ya de camino hacia Pamplona pasamos al lado del Monumento al Peregrino pero no paramos porque no hay ni sitio ni tiempo.
Llegamos a Pamplona y directos al hotel Tres Reyes, un 4 estrellas que está fenomenal en todos los sentidos; ducha y a cenar. Como nos sobra tiempo y hace bueno vamos a dar una vuelta por la ciudad, aunque ya está todo cerrado y muy poco ambiente.
Volvemos a la habitación para acostarnos y Concha se da cuenta de que se ha olvidado unas pastillas en casa, así que nos toca salir corriendo a una farmacia de guardia, que por suerte está cera, a por ellas, pero nos dicen que necesitan receta y que a esas horas sólo pueden dárnosla en Urgencias del Hospital, para allá que nos fuimos y acabamos solucionándolo a las 4 de la mañana. Menuda nochecita, y a las 6.30 arriba.
9/10 Pamplona-Selva de Irati-Ochagavía-Pamplona
Madrugón, desayuno y al autocar. Destino la parte navarra de la Selva de Irati (42.98856, -1.10598). Por suerte teníamos tanto sueño que fuimos dormidos todo el viaje. A mí (a Concha no) me despertaron las curvas finales, cuando ya nos metemos en los pirineos y hay una carretera bien asfaltada pero con muchas curvas y sobre todo muy estrecha. Menos mal que como es día de diario y fuera de temporada no nos cruzamos con casi nadie.
Llegamos al punto de partida de la ruta y vamos todos juntos a ver una cascada. A partir de ahí los más valientes se hacen una ruta de 12 kilómetros hasta un pantano y vuelta, pero nosotros nos conformamos con volver al punto de partida y ver la ermita de Santa María de Las Nieves, restaurada que está muy cerca de allí. El problema es que estaba cerrada hasta la cafetería, con lo que nos aburrimos mucho esperando a que llegasen los de la marcha larga.
En definitiva, y en mi opinión, el paisaje es una pasada, con hayas y abetos inmensos. Es una de las reservas más grandes de Europa. Si te gusta hacer rutas largas de senderismo puede merecer la pena, pero para mí no interesa meterse tanto kilómetro y por esas carreteras para verlo. La cascada es bonita pero tampoco para echar cohetes.
Deshacemos lo andado y vamos a comer a Ochagavía. Vamos al restaurante Puerta de Irati. Creo que les sobrepasó el tener a cien personas en el comedor al mismo tiempo. Unos embutidos de entrada y una merluza de segundo que no nos gustó a ninguno, ni por sabor ni por presentación. El postre bien.
El pueblo de Ochagavía es muy bonito, es en donde se unen los ríos Zatoia y Anduña. Construcción muy típica de zonas de montaña y muy bien conservado. Pensábamos pasar en el pueblo un par de horas, pero por unanimidad decidimos estar menos tiempo y volver antes para ver Pamplona de día.
Efectivamente llegamos a Pamplona antes de las ocho para dar un paseo, ver las tiendas abiertas y tomar un zurito. A cenar al hotel y a la cama.
10/10 Pamplona-Monasterio de Leyre-Foz de Lumbier-Ujué-Olite-Pamplona
Salimos directos al Monasterio de Leyre (42.63627, -1.17071), donde los monjes nos deleitan con una misa gregoriana, o eso es lo que nos prometieron. En realidad era una misa cantada. Un poco decepcionante. Del monasterio sólo vemos la zona de la iglesia, ya que el resto es un parador y la zona de los monjes, aunque existe la posibilidad de hacer visitas guiadas, pero nosotros no teníamos tiempo. El monasterio está muy cuidado y merece la pena.
En la parte trasera está lo más interesante, que es la cripta. Esperábamos una zona llena de féretros de los monjes pero nos encontramos con una zona amplia y casi un sólo espacio llena de columnas con unos capiteles preciosos. La abrieron sólo para nosotros.
Una vez hecha la visita volvemos todos al autocar y resulta que nos falta uno, que como nos imaginamos, se había quedado encerrado en la cripta haciendo fotos, y no escuchó el aviso de que nos íbamos. Tuvieron que volver a abrir la cripta y rescatarlo.
De nuevo carretera y a hacer senderismo por la zona de Foz de Lumbier (42.63908, -1.30742). Llegamos al pueblo y pasamos de largo hasta el aparcamiento. A partir de ahí hay dos rutas, una por lo alto de la montaña y otra siguiendo el río Irati. La segunda resultó más fácil e interesante, atravesando unos túneles por donde antaño iba el tren.
Los que fueron por arriba pasaron cerca de los nidos de buitres leonados, con lo cual los asustaron y se pusieron la mitad de ellos en vuelo. Los guardias forestales notaron algo raro y fueron con el coche por nuestro sendero a ver que pasaba, y el resto de buitres al reconocer el coche pensaron que les llevaban comida y todos a volar. Un pasada la cantidad de ellos que había.
El camino está rodeado por muchas plantas silvestres de distintos tipos: zarzales, olivos, castaños y algún madroño, con frutas ya maduritas, así que nos pusimos las botas.
Cuando nos cansamos nos dimos la vuelta y directos al autocar y a comer en Ujué. Como éramos tuvieron que dividirnos en dos restaurantes, el asador Uxué (algo más caro) y el restaurante Urrutia. Ambos muy buenos y recomendables. Las migas del pastor están muy ricas, y eso que las castellanas y extremeñas a mí no me suelen hacer mucha gracia.
Después de comer visita al pueblo, precioso. Se sube hasta lo alto para ver la Iglesia Fortificada. Nos esperan para una visita guiada por el interior, pero nosotros, una vez vista, pasamos de la explicación y nos vamos a ver el exterior, mucho más interesante, con una especie de corredor cubierto alrededor de la iglesia y con vista a todo el valle. No hay que perdérselo.
Cuando nos íbamos vi una puerta abierta con una escalera de caracol (moderna) que subía a una torre, y para allí que me metí. Tenía dos alturas, pero sólo puede ver una y media, porque me llamó al orden la guardesa (a voces) para que bajase porque iban a cerrar la puerta; en fin, me perdí la parte superior.
Bajamos por el otro lado del pueblo a través del Ayuntamiento y la Plaza Pilarraña, y callejeando para bajar la comida volvimos al autocar.
De aquí a Olite, aparcando a las afueras desde donde ya se ve el Palacio Real de Olite. Pasamos bajo un arco de la muralla y cuando vamos a ver el palacio resulta que ya está cerrado (llegamos media hora tarde) así que nos dedicamos a ver el resto del pueblo, que no tiene mucho salvo la Iglesia Santa María La Real, que está anexa al palacio, con su placita, y la Plaza de Carlos III El Noble. Vemos un poco el resto y tomamos algo, además de acercarnos ya de vuelta al autocar hasta la Iglesia de San Pedro, pero que tuvimos que irnos rápido porque esa zona estaba llena de mosquitos.
El Palacio Real nosotros ya lo habíamos visto, y es uno de los más bonitos de España. Otro sitio que no me hubiese importado volver a verlo.
Vuelta al autocar, a cenar en el hotel de Pamplona, paseo por la ciudad y a dormir.
11/10 Pamplona-Nacedero del río Urederra-Baquedano-Salamanca
Nos levantamos, desayunamos, hacemos las maletas, las metemos en el autocar y en marcha.
Nos dirigimos hacia un pueblecito que se llama Baquedano, en el parque natural de Urbasa, pero poco antes paramos a ver lo que llaman El Balcón de Pilatos (Mirador de Ubaba) (42.80368, -2.13776), que es el final de un circo, visto desde arriba por donde va el río Urederra.
El río no llega a verse porque todo en el cañón es bosque, y al final del todo se ve Baquedano. Unas vistas preciosas y en lo alto árboles poco corrientes bien abonados por las vacas de la región.
Bajamos ya hasta la entrada de Baquedano, donde está el parking e iniciamos la ruta senderista del nacedero del río Urederra. Tanto en el parking como para la ruta hay que reservar previamente. Se inicia en bajada hasta llegar al cauce del río y a partir de ahí es simplemente seguirlo. Ruta muy fácil y cómoda. A medida que se avanza se va viendo más el río, donde destaca el color turquesa de su agua ( Uraderra en vasco significa ‘aguas bonitas’).
Vamos viendo cascadas, rápidos y remansos. Todo con poco caudal y no muy rápido, pero tanto el entorno como el cauce son una maravilla.
Llegamos hasta el final y la vuelta se hace por otro camino a media ladera de la montaña. También mu cómodo pero sin nada que ver. Si no hay mucha gente es preferible volver otra vez por el cauce del río.
Llegamos al autocar y a comer, esta vez en el restaurante Ibaisek que está en un pueblito al lado que se llama Zudaire. Todo el restaurante para nosotros, con lo cual después de comer (estuvo muy bien) pudimos montar una juerga de despedida con guitarra y pandereta.
Después de comer vuelta al autocar, se nos hace tarde, y regreso a Salamanca por el mismo camino que la ida.
Hola que lindo recorrido ya pediremos información cuando viajemos para allí, estimamos entre mayo y junio un saludo