Medio de transporte: Autocaravana
Ruta (850 kms.): Salamanca, Guadalupe, Trujillo, Mérida, Badajoz, Olivenza, Malpartida de Cáceres, Salamanca
En realidad este viaje lo hicimos de dos veces; los días 8-9-10 fuimos a ver Guadalupe, Trujillo y Mérida y volvimos a Salamanca y el día 17/2 volvimos a ir directamente a Badajoz para los carnavales.
8/2 – Salamanca-Guadalupe-Trujillo
Salimos después de comer y fuimos del tirón hasta Guadalupe. Han mejorado una barbaridad la carretera y se llega sin problemas. Dejamos la AC en el parking público que hay a la salida del pueblo (39.45289, -5.33072). Volvimos andando hacia atrás y entramos a ver la Hospedería, donde sólo nos dejaron ver la parte de abajo. Ya estuvimos alojados en ella en otra ocasión; habitaciones estrechas y alargadas, tipo celda, y con techos muy altos, pero muy acogedoras.
Seguimos hacia arriba y llegamos a la Plaza, donde además de tiendecitas y bares está el Real Monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe. Sin duda merece la pena la visita. Tienen una colección de misales impresionante, una de las únicas cuatro (creo) que están completas en España.
Un poco más arriba de la calle está el Parador de Turismo. Tiene un precioso patio central con naranjos y limoneros y con un suelo con baldosas de cerámica impresionantemente limpio y brillante.
Volvemos a la plaza a tomar algo y comprar algún souvenir y seguimos de paseo, viendo la judería y el arco de Sevilla.
Continuamos nuestro viaje hasta Trujillo, adonde llegamos ya de noche. Aparcamos al lado de la plaza de toros (39.45772, -5.87273), cenamos en la AC y a dormir.
9/2 – Trujillo-Mérida-Badajoz
Desayunamos en la AC y nos vamos a ver el mercadillo de los jueves de Trujillo. Está bastante bien, compramos algo de ropa y hablamos con los feriantes, que siempre se aprende algo.
Nos vamos ahora hasta la Plaza Mayor a tomar un refrigerio viendo la estatua ecuestre de Francisco Pizarro. Por aquí siguen con la sana costumbre de ponerte una tapa gratis con la bebida. A esas horas sienta fenomenal. Han quitado el tren turístico que había en el pueblo, una pena. Como ya conocemos bien el pueblo pues cogemos la AC y nos vamos a Mérida. Si se quiere visitar Trujillo hay que ver sobre todo la Alcazaba, la iglesia de Santa María la Mayor y patear el centro.
En Mérida vamos a la parada de AC (parking Hernán Cortés), pero es de pago, así que para un rato paramos en una calle al lado (38.92029, -6.33845). Como ya conocemos el teatro y el anfiteatro, hacemos una ruta por el centro viendo varios monumentos algo menos famosos: Termas romanas de la nieve, Pórtico del Foro Municipal de Augusta Emérita, Templo de Diana, Alcazaba (por lo que cobran no merece mucho la pena), Puente Romano, Concatedral, Arco de Trajano y la Plaza Mayor.
Después de este empacho de cultura romana nos vamos a Badajoz, y paramos en el Centro Comercial El Faro (38.88424, -7.02207). Parece mentira que una población con los mismos habitantes que Salamanca tiene centros comerciales el triple de grandes y de interesantes; por algo será pero no sé bien por qué.
Nos empachamos de la ropa y complementos locales, cenamos en uno de los restaurantes que ponen pizza y hamburguesas, tomamos un chocolate con churros y nos vamos a dormir al área de AC (38.88590, -6.97782).
10/2 – Badajoz – Salamanca
Nos levantamos y a patear el centro, cruzando el Puente Romano llegamos a la Puerta de Palmas; vamos a ver la plaza de San Francisco y el teatro López de Ayala, centro del carnaval, y toda la zona de la Alcazaba, con una antigua prisión de mujeres, la torre Espantaperros, los jardines y la Plaza Alta. Dentro de este complejo nos gustó mucho el mueso Arqueológico, justo al lado de la entrada a la Universidad y la Biblioteca.
Badajoz es de las pocas ciudades que quedan que todos los museos son gratuitos, y al menos los que vimos, bastante interesantes. Bajamos de nuevo hacia el centro y vemos la Puerta de Carros.
Seguimos hasta el museo de Bellas Artes (MUBA), aunque no entramos y el Real Monasterio de Santa Ana. Pero sobre todo la ermita de La Soledad, muy pequeñita pero con uno de los retablos más bonitos que he visto. Entre todos estos paseos paramos a comer en la Plaza de San Francisco, que tiene mucho espacio, asientos, palomas y un Dia al lado que venden cervezas fresquitas. Luego hablaré más de él.
Después de un ajetreado día cogemos la AC y vuelta a Salamanca.
17/2 – Salamanca-Badajoz
Vamos del tirón a Badajoz pero por Mérida, que aunque hacemos más kilómetros, es todo autovía. Vamos a dormir en el mismo sitio de la otra vez pero está lleno, así que nos vamos a otro sitio. Una explanada donde todos los años hacen una quedada que se juntan más de 100 AC (38.87362, -6.99171).
Buen ambiente y obviamente sin ningún servicio. Tomamos algo en un bar de la zona y controlamos otro para desayunar al día siguiente, está en la calle Francisco Guerra pero no está marcado en Google Maps.
18/2 – Badajoz
Es sábado. Desayunamos en el bar que dije antes, volvemos a la AC a por los disfraces y nos vamos andando hacia el centro, pero a los pocos metros nos encontramos con el punto de partida de la caravana de Artefactos (38.8732, -6.98896). Estos son camiones o furgonetas modificadas temáticamente para llevar a peñas o directamente poner un bar dentro.
Muy curiosas, música a todo volumen y ya con ganas de juerga desde por la mañana. Seguimos hacia el centro y llegamos a la plaza San Francisco, que es el centro de todo el carnaval. Ya por la mañana vemos que la gente se lleva allí mesas y sillas plegables y montan el chiringuito. La plaza estaba llena de ellos. Se llevan su bebida y su comida y pasan allí el día entero.
Vamos a ver los otros dos centros de toda la movida para irlos conociendo: La plaza de la Catedral y la Plaza de la Soledad.
Una vez controlados los sitios nos vamos a comer a la plaza de San Francisco. Después de comer nos acercamos hasta la Puerta de Palmas donde se celebra el concurso de comparsas infantiles y juveniles. Muy graciosas pero está a tope y es muy difícil verlo bien, y sentado imposible.
El resto de la tarde nos dedicamos a perdernos por todo el mogollón y a reírnos con las murgas que actúan por todos lados, y sobre todos en las tres plazas indicadas.
Una cosa que nos hizo mucha gracias es que el supermercado DIA que está en la Plaza San Francisco abre durante el carnaval. Así que las bebidas para comer y cenar las compramos allí. Me atendió una chica que no podía disimular la cara de cabreo por tener que trabajar ese día en vez de estar de fiesta. La pobre !!!.
Cuando ya estamos reventados volvemos a la AC caminando y a dormir.
19/2 – Badajoz
Hoy es domingo y día grande del carnaval. Hoy se dedica por entero a ver el desfile. Al principio a mí me pareció exagerado un día entero, pero al final sí que lo ocupas. La mejor forma para verlo es irse primero hasta el final y ponerse en la acera interior al circuito, porque como lo cierran luego la gente no puede cruzar; la parte exterior se pone a tope pero en la interior se ve mejor. Cuando al final llegue la primera comparsa ir caminando en dirección contraria. Así se pueden ver todas pero en menos tiempo, y es más divertido.
Nosotros llevamos unos sandwiches y comimos en un jardín al lado de la avenida. Cuando acaba el desfile empieza otro de artefactos y peñas que también es muy interesante aunque, claro, menos vistoso, pero tiene su gracia.
A continuación lo mismo del día anterior, patear de plaza en plaza y a bailar en la de San Francisco.
20/2 – Badajoz-Olivenza
Este día por la mañana no hay nada de fiesta, así que lo dedicamos a ver sitios que no habíamos visto de Badajoz, como el Museo del Carnaval, muy interesante y donde se ve como ha ido evolucionando con los años y que siempre han tenido muy buen gusto para los disfraces.
Después nos fuimos al Museo Luis de Morales; increíble que todos los museos sean gratuitos. Muy bonito, y además tenían adjunta una exposición de cuadros del carnaval de Venecia, donde se ve que ambos se parecen como un huevo a una castaña.
Como nos sobraba mucho tiempo decidimos a ver un pueblo cercano que se llama Olivenza. Sí, nombre portugués ya que fue suyo hasta que ambos países hicieron las paces y en el reparto le tocó a España.
Un pueblo muy bonito y limpio donde llama la atención la muralla que cerca el casco antiguo y la iglesia de Santa María del Castillo, con un altar mayor precioso y sobre todo uno de los pocos árboles de Jessé que podemos encontrar en una iglesia.
También vimos la iglesia de Santa María Magdalena, la Puerta de Alconchel y el Baluarte de San Blás.
Pero con mucho lo que más nos gustó fue el Museo de Papercraft. Este arte, relacionado con el origami es impresionante y ver lo que es capaz de hacer el autor de la totalidad de las obras ( Guillermo Rebollo Mira) es impresionante, un verdadero artista. Desde figura pequeñitas hasta Cristiano Ronaldo a tamaño natural. A la entrada tiene un elefante que te puedes pasar todo el día contemplando los detalles.
Volvemos a Badajoz para ver el desfile infantil y juvenil y sobre todo para ir buscando murgas por toda la ciudad. Al final descubrimos que esa tarde iban cinco murgas al restaurante Popina, en la Plaza de los Alfereces, así que nos apalancamos en la terraza (conseguimos una mesa) y nos vimos unas cuantas hasta que nos hartamos.
Seguimos viendo otras a la puerta de Correos y detrás de El Corte Inglés (pero era en un interior y no había sitio).
Ya reventados, vuelta a la AC y cual es nuestra sorpresa cuando vemos que todos los de la quedada se habían marchado y sólo quedaban un par de ellas aparcadas al fondo de la explanada, y la nuestra era la única que estaba en todo el medio. Para no estar solos nos acercamos a las otras y aparcamos al lado y, menos mal, porque por la mañana oímos un escándalo impresionante con altavoces a todo volumen y cantos evangélicos, y resulta que los lunes usan la explanada para montar un mercadillo donde son casi todos gitanos, y nosotros teníamos aparcada la AC el día anterior justo en el medio del mercadillo.
21/2 – Badajoz-Malpartida de Cáceres-Salamanca
Del carnaval sólo nos queda ver el Entierro de La Sardina. Se celebra en otra zona distinta, en el barrio de San Roque, a lo largo de la avenida Ricardo Carapeto, de izquierda (desde el puente) hacia la derecha.
Intentamos aparcar con la AC cerca de la avenida pero es imposible, está todo lleno, así que nos tuvimos que alejar hasta que encontramos un pequeño descampado donde había media docena de coches. Desde allí andando tardamos quince minutos en llegar a la avenida de Carapeto.
Aquello es otra locura. La calle llena de gente de principio a fin. Es como otro desfile pero más corto. Llegamos tarde para ver cómo llevaban a la sardina, pero da igual. Sólo el ambiente y el espectáculo merece la pena.
Tomamos una cerveza y un pincho en uno de los mil puestos que hay en la calle, nos alejamos un poco y encontramos otro puesto de sardinas, y con todo esto pues ya vamos comidos.
Volvemos a la AC e iniciamos el camino de vuelta por la carretera nacional de Cáceres y hacemos una parada en Malpartida para ver el Museo Vostell. Tiene muchísimo mérito que un particular monte un museo en una localidad tan pequeña, simplemente por vinculación de nacimiento o sentimental a la misma.
Tenemos tan mala suerte que ese día es fiesta local en Malpartida y el museo está cerrado, así que aprovechamos para ver el monumento natural de Los Barruecos, que está cerca, y el el lago artificial que han construido al lado del museo.
Volvemos al pueblo y vemos bastante movimiento, por lo que preguntamos qué pasa, y resulta que, como he dicho, es fiesta local y celebran La pedida de la Patatera, y está el pueblo a reventar de gente. Vamos a la plaza mayor, donde hay una orquesta en una carpa tocando música actual (bachata, Shakira y demás) y allí que nos apuntamos.
Cuando nos cansamos de bailar volvemos a la AC y nos saltamos la parada de Cáceres porque estamos reventados y deseando llegar a casa, así que del tirón (200 kms) estamos de vuelta y a descansar.