Medio de transporte: Autocaravana
Ruta (2.400 kms.): Salamanca, Lerma, Burgos, Briones, Hotel Marqués de Riscal, Laguardia, Pamplona, Sos del Rey Católico, San Juan de la Peña, Jaca, Lourdes, Carcasona, Narbona, Playas de Narbona, La Junquera, Lérida, Fraga, Tudela, Monteagudo de las Vicarías, Valladolid, Salamanca
17/8 – Salimos por la tarde y nos desplazamos directamente hasta Lerma. Paramos (42.02470, -3.75212) para ver la Plaza Mayor, donde está el parador de turismo, que también merece la pena verlo y tomarse un café tranquilitos, el Convento de Sant Blas, el Monasterio de Nuestra Ascensión y el Arco de la cárcel.
En el convento de Sant Blas aprovechamos para comprar pastas, en este caso unas trufas que estaban buenísimas, y en el obrador del Puente Viejo unas pastas también muy ricas.
Como nos queda poco tiempo nos vamos a dormir a Burgos (42.340385, -3.693688) al lado del parking de autobuses, muy cerca de la zona centro.
18/8 – Vamos a ver un mercadillo en un barrio de Burgos, pero es muy pequeño, por lo que decidimos acercarnos al de Lerma, que pone en internet que es más grande. Ciertamente es más grande, pero además más bonito, porque está situado en la plaza y todos los bares y mesones de alrededor tienen desplegadas las mesas y los toldos, porque hace muy bueno.
Seguimos desde ahí hasta Briones, bañado por el Ebro. Hombre, no está mal el pueblo, pero tiene poco que ver. Del castillo sólo queda una fachada medio destruida y han hecho una escalera de caracol por dentro para subir y ver las vistas. Aparte de esto, la fachada de la casa encantada y la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.
Para ver algo distinto nos dirigimos al Hotel Marqués de Riscal en Elciego, cerca de Haro, para nuestra sorpresa sólo dejan entrar al recinto si estás alojado en él, y está rodeado de una arboleda que apenas deja ver la fachada. Eso sí, a la tienda sí puedes acceder.
Siguiente parada, Laguardia. Pueblecito alargado en lo alto de un cerro, con tan sólo tres calles. En un extremo está la Iglesia de Santa María de los Reyes y la Nueva Plaza y al otro extremo la Plaza de la Cárcel. Merece la pena darse un paseo de lado a lado y pararse a tomar algo en los bares que hay en sus frescas y estrechas calles.
Ya haciéndose de noche nos vamos a dormir a Pamplona y paramos en un sitio muy amplio donde hay 1-2 caravanas más (42.82200, -1.64619), pero no nos dimos cuenta de que a la entrada había un cartel inmenso que indicaba que era sólo para residentes, por lo que a la mañana siguiente teníamos la correspondiente multa. Había otro sitio justo al lado en el que había muchas AC y totalmente gratis (42.82222, -1.64796).
19/8 – Por la mañana visita obligada a Pamplona. Estamos tan cerca del centro que vamos andando. Entramos por el Portal de Zumalacárregui y ya estamos en el casco histórico, donde vamos a ver la Catedral, la iglesia de San Saturnino, la Plaza del Castillo y la Ciudadela, además de patear un poco el recorrido de los San Fermines y ver unas cuantas tiendas de souvenirs.
Ya enfilamos hacia los pirineos pero antes hacemos un par de paradas. La primera en Sos del Rey Católico. Otro pueblo en lo alto de una colina. Es precioso, y merece la pena la visita. Vemos el parador, el palacio de Sada (sólo la fachada) y la zona de la judería. Hacía mucho calor pero vimos un bar/restaurante justo debajo de un arco al lado del palacio con muros de un metro de espesor y nos quedamos a comer. Normalito pero fresco.
No muy lejos la segunda parada, el monasterio de San Juan de la Peña. Hay dos, el viejo y el nuevo. Para nuestra sorpresa cobran por subir al nuevo y está hasta arriba de gente, así que con la excusa de que no podemos maniobrar con la AC y darnos la vuelta nos dejan subir hasta arriba, por lo que al menos vemos el paraje y el monasterio por fuera. A la bajada paramos un momento al lado de la carretera para ver el monasterio viejo, que merece mucho más la pena.
Está excavado en la roca, y hay una pequeña ermita a la que se puede acceder.
Desde ahí nos dirigimos ya a Jaca para pernoctar pero el área de AC está lleno (42.56790, -0.54501), aunque vemos aparcadas en batería algunas en la avenida que está justo al lado y ahí que nos apalancamos .
Nos vamos a patear un poco la ciudad, que ya la conocemos, cruzamos el casco histórico hasta la ciudadela y de ahí a ver la catedral y vuelta al centro, con todas las terrazas llenas, para tomar algo y luego a descansar.
20/8 – Iniciamos nuestra entrada en Francia por el túnel de Candanchú, si bien antes nos paramos a ver la estación de ferrocarril de Canfranc, visita obligada. Aunque la están restaurando, teníamos entendido que estaba fuera de servicio, pero no es así, y han puesto una línea que llega hasta Zaragoza. Visitamos también alguna tienda de souvenirs donde preguntamos por el estado de la carretera. Nos dicen que está bien pero que la primera media hora es estrecha.
Cruzamos el túnel (yo creo que el más largo que he cruzado nunca), y después entramos en Francia. En la frontera no nos piden ni la hora así que seguimos. Efectivamente la carretera es estrecha pero bien asfaltada y no pasan ni dos curvas cuando en una de ellas nos cruzamos con otra AC. Un poco palante, un poco patrás, metemos los retrovisores de ambos lados y al fin podemos pasar. Menos mal que yo iba por dentro y si alguno se cae montaña abajo es el otro, jeje.
A partir de ahí sin más incidentes y llegada a Lourdes. El área de estacionamiento que llevaba seleccionado era subterráneo así que empezamos a dar vueltas y encontramos otro muy cerca que se llama La Pacca (43.09815, -0.03986), que nos viene fenomenal y está muy cerca del santuario.
El santuario es parecido al de Fátima, si bien éste me gusta más porque está rodeado por un río y tiene grandes espacios ajardinados, por lo que te permite descansar en ellos y hasta comer, como hicimos nosotros. Una vez visto el santuario, la cueva, puesto algunas velas y descansado adecuadamente, volvemos a la AC pero yendo por el centro del pueblo, donde tomamos un refrigerio antes de ponernos de nuevo en camino.
Siguiente destino Carcasona, rodeando Tolouse pero sin entrar en esa ciudad, porque es bastante grande y necesitaría de más tiempo.
Llegamos ya de noche y el área de AC está lleno. Preguntamos en el camping que hay al lado y nos cobran 35 euros por noche, pero nos dicen que hay otros dos parking públicos (denominados P1 y P2). En el primero (43.20537, 2.37158) hay varias AC asi que nos quedamos allí. El precio es caro (3 euros la hora) si bien es gratuito de nueve de la noche a nueve de la mañana. Nos acercamos andando a ver la ciudadela de noche desde el exterior y localizamos un pub (43.20650, 2.36686) que ponen comida típica francesa (pizzas y bocadillos), así nos quedamos allí a cenar en la terraza con unas preciosas vistas a la ciudadela.
21/8 – Madrugamos un poco para pagar menos en el parking (al final nos salió por siete euros) y ver la ciudadela antes de que lleguen todos los turistas franceses. En efecto dos horas después estaba lleno. La ciudadela está pensada sólo para el turismo, no vive nadie, y dentro sólo hay tiendas y cafeterías, además de una casa del terror. Merece la pena recorrer todas sus callejuelas e impregnarse del ambiente medieval. Entrar en su basílica, ver el museo de la inquisición y recorrer sus murallas. También hay un trenecito turístico que puede que sea interesante, pero esta vez no lo cogimos.
Después de esta preciosa visita nos dirigimos a Narbona. Tenemos seleccionado el parking de Carrefour para aparcar, pero está muy lejos del centro y hace un calor de muerte, así que vamos a la aventura más hacia el centro y tenemos suerte de encontrar un sitio en la misma Avenida Victo Hugo, bastante más céntrico. Seguimos el canal de la Robine, que atraviesa la ciudad, hacia el centro histórico y nos encontramos con un amplísimo boulevard lleno de terrazas y con un ambientazo. Seguimos adelante hasta el Puente de los Mercaderes (que no se ve el puente por ningún lado, ya que está cubierto de edificios) y a la derecha una plaza donde está el Palacio de los Arzobispos.
Por detrás del palacio, y yo creo que pared con pared, está la Catedral. Impresionante. Parece mentira que ciudades no muy nombradas turísticamente tengan tales edificios. Merece la pena emplear tiempo en recorrerla entrando y saliendo por sus distintas puertas. Hay salidas por un precioso arco gótico y otras por un claustro con jardines.
Tomamos algo en la plaza del palacio (como siempre las consumiciones no bajan de tres euros) y decidimos sobre la marcha acercarnos al mediterráneo a ver si hace menos calor.
Hay un pueblo que se llama Playas de Narbona a unos 30 kilómetros, así que para allá que nos vamos. No hay zonas de parking de AC y en el paseo marítimo está prohibido aparcar, pero en cuanto te metes por alguna calle paralela no hay problemas si aparcas en un sitio donde no molestes a nadie. La playa fenomenal, muy amplia, con arena fina, agua calentita y de las que tienes que meterte 50 metros hacia adentro para que te cubra. En fin, con el calor que hace un sitio ideal para relajarse y descansar.
Iniciamos ya el retorno a España evitando la autopista, lo que nos lleva al puerto de la Junquera. Justo antes de pasar la frontera vemos mogollón de vehículos, gente y tiendas. Esto parece Andorra en versión francesa. En definitiva, que paramos a ver que es esto. Efectivamente es como una pequeña ciudad que tiene un convenio especial y vende productos franceses y españoles al mismo precio que Andorra. Por ejemplo, el tabaco es español, pero 15 céntimos más barato por paquete.
Cruzamos la frontera y lo primero que vemos es un área de autobuses/camiones amplísimo y con varias AC (42.43188, 2.86561). Decidimos que es buen momento para quedarnos allí y dormir. Del lado español está La Junquera, gemelo al poblado francés, con unos supermercados del tamaño del Corte Inglés, pero a esa hora ya están cerrados, así que a cenar y a dormir.
22/8 – Decidimos pasar de Gerona y nos dirigimos directamente a Lérida con un calor horrible. Subimos hasta la colina donde se ubica la catedral y aparcamos donde podemos pero sin problemas, porque hay muy poca gente. Toda la zona del castillo y la Seu está rodeado de jardines con arboledas, y curiosamente hay bastantes sudafricanos descansando o comiéndose un bocata. Nos pareció ver según subíamos alguna oficina de ayuda a inmigrantes.
Paseo alrededor del Castillo de la Suda y de la Seu Vella. Unas vistas preciosas de la ciudad, si bien ambos monumentos no tienen demasiado interés. Bajamos a la AC y al lado está la bodega El Barri con una terracita y con AIRE ACONDICIONADO en el interior, así que allí nos metemos a comer unos buenos mejillones.
Salimos con intención de ir a Zaragoza al parque de atracciones, más que nada porque tiene atracciones de agua, pero dice la AEMET que allí hay 38 grados, así que decidimos ir a dormir a algún sitio que haga fresco, por lo que elegimos Navarra, y más concretamente a Tudela (42.058611, -1.611944). Aunque es una paliza de kilómetros por lo menos dormimos bien, como así fue.
De camino buscamos un sitio donde poder vaciar las aguas sucias de la AC y decidimos parar en Fraga, un pueblecito que ha sido siempre paso de Aragón a Cataluña. Nos bajamos con más de 35 grados de temperatura y heme aquí que justo enfrente hay unas piscinas municipales. No nos lo pensamos más, nos cambiamos en la AC y directos al agua. Estaba fenomenal, con cuatro piscinas (olímpica, agua salada, para niños y profunda) mucho arbolado y con el calor que hacía pues ideal para quitarse el bochorno de encima. Cuando nos empezaron a salir callos en las manos nos salimos y camino a Tudela.
23/8 – Desde Tudela nos acercamos a ver unos de los nuevos pueblso más bonitos de España, Monteagudo de las Vicarías. Es muy pequeñito pero tiene su encanto. Un paseo por las calles y a la plaza donde está ubicado el castillo. Mala suerte que ese día estaba cerrado, pero estaba el alcalde por allí, cogió las llaves y nos abrió a otro grupo y a nosotros para que al menos lo viésemos por dentro. Recién restaurado y preparado para organizar eventos dentro. Fuera en la plaza nos tomamos algo en la terraza de un track-food nuevo (y me temo que los dueños también en el oficio) donde nos cobraron 2,50 por un café. Espero que el pueblo se haga famoso por el castillo y no por los precios de la cafetería.
Y ya del tirón, vuelta por Valladolid con parada en Río Shopping para visitar Primark y regreso a Salamanca.