Medio de transporte: Autocaravana
Ruta (700 kms): Salamanca, Aveiro, praia da Barra, Vilanova de Famalicao, Braga, Guimaraes, Pova do Varcim, Barcelós, Oporto, Viana do Castelo, Vila do Conde, Costa Nova, Ovar, Figueira da Foz, Viseu, Salamanca.
Este viaje lo hemos dedicado a ver los mercadillos de la zona central de Portugal (feira semanal), donde hay mucha cultura de este tipo de compras, y cualquier pueblecito tiene un mercadillo semanal impresionante. Nos hemos desplazado casi siempre por carreteras normales para evitar el pago de peajes. Son los reyes de las rotondas y la velocidad media que se consigue es de unos 40 kms/h, o sea, para tomárselo con calma.
01/6 – Iniciamos viaje desde Salamanca y llegamos a Aveiro por la tarde. Hacemos una parada en el centro comercial (40.6441, -8.60653) para estirar las piernas y tomar algo y desde ahí vamos ya a la ciudad estacionando debajo de la autovía, donde no hay problema de plazas (40.64505, -8.65931) y está cerca del centro. Paseo por toda la zona de la ría y seguimos ruta hasta Praia da Barra donde estacionamos ya definitivamente para pernoctar (40.6437, -8.74042).
02/6 – Desayunamos junto a la ría y empezamos la ruta. Primero vamos a ver Perlim (40.95481, -8.54470), donde se celebra un mercadillo navideño (obviamente en junio no hay nada de esto), pero en el que hay un castillo muy bonito. Perlim son una pareja de niños que en Portugal representan el espíritu de la Navidad. Ahora nos dirigimos ya al primer mercadillo, en Vila Nova de Famalicao, por encima de Oporto. Un pueblecito del que jamás habíamos oído hablar, nada turístico pero con un mercadillo impresionante. Nos encantó. Te puedes encontrar de todo, desde ropa y verduras hasta antigüedades y plantas de jardín de todo tipo.
Una vez que termina el mercadillo comemos tranquilamente y nos dirigimos más al norte hacia Braga, teníamos preparado un lugar de estacionamiento (41.54849, -8.41597) pero encontramos otro más cerca de autobuses turísticos que estaba vacío por la COVID y aunque estaba prohibido aparcar a otros tipos de vehículos…. En fin, Braga realmente merece una visita. Es preciosa y merece la pena perderse en ella y ver su catedral, el Arco de la Puerta Nueva y la Casa do Raio, un palacio barroco con una fachada muy bonita y la Plaza de la República, donde nos tomamos un helado. A la salida de Braga vamos a ver el visitar el Santuario de Bom Jesús Do Monte, sitio Patrimonio de la Humanidad con una iglesia neoclásica y jardines alrededor. Muy bonito
Desde Braga nos desplazamos a Guimaraes, ciudad Patrimonio de la Humanidad, que está muy cerca, aparcamos al lado del teleférico (41.44107, -8.28470), hay que llegar antes de las seis para poder subir. Cuesta 7,50 y hay unas vistas impresionantes de la ciudad. Merece la pena. Vemos también la Igreja e Oratórios de Nossa Senhora da Consolação y todo el casco antiguo rodeado por la muralla.
Desde aquí nos vamos ya a la zona de pernocta en Pova Do Varzim (41.37055, -8.76278). Es sólo una zona para estacionar AC’s y además está llena, así que paramos en un solar junto al paseo donde ya había otras tres AC’s aparcadas. Esta ciudad es como la playa de Oporto, muchísimos apartamentos y restaurantes de veraneo.
03/6 – Desayunamos en el paseo marítimo con vistas al mar (que gozada) y nos vamos a Barcelós. Nos toca aparcar al culo del mundo porque con el mercadillo está todo lleno, pero es un pueblo pequeñito así que las distancias no son muy grandes. Parece mentira poblaciones tan pequeñas y los mercadillos que montan. es algo cultural. en ete en concreto compramos unas flores muy raras que no habíamos visto en España. Las tengo ya plantadas y a ver que sale.
Desde aquí nos vamos a Oporto. Intentamos aparcar en el palacio de cristal pero no nos dejan, así que nos tenemos que ir calles adelante hacia el río y posteriormente hacia fuera del centro, y encontramos mucho sitio en la Rua de Don Pedro V (41.14934, -8.63083) a una media hora caminando del centro. Intentamos coger un autobús (la línea 004) pero acaba de pasar y hasta dentro de media hora nada. Seguimos caminando a lo largo del río e intentamos coger el tranvía (tren eléctrico) pero por el tema de COVID siempre va lleno con el número de plazas permitidas, así que al final andando hasta la zona turística.
Paseo a lo largo del río y subida hasta la estación de trenes y de ahí a Los Clérigos donde intentamos coger de nuevo el eléctrico que nos lleve hasta la AC, pero nos indican mal la parada y no pudimos, así que cogimos el autobús en la parada de Carmo (después de una hora de espera) que nos llevó hasta la AC.
Nos dirigimos ya hasta nuestra zona de pernocta que será en Viana Do Castelo. Hay un sitio al lado del pueblo (41.68947, -8.83240) pero no nos gusta, así que nos vamos a la zona de estacionamiento de la AC al otro lado del río (41.68499, -8.83325), un sitio precioso y con un buen restaurante al lado.
04/6 – Vamos ya a ver el mercadillo de Viana Do Castelo estacionando en el primer sitio donde pensábamos estacionar. Me llamó la atención que hay un barco/museo atracado en el río Limia antes de llegar al pueblo. Es un barco/hospital de la Fundación Gil Eannes. Se puede visitar. También es curioso que aquí atracan los barcos que hacen la ruta del Duero entre Oporto y Barca Dalva. El pueblo es más grande y el mercadillo es del tamaño del de Barcelós, ya creo que hasta los puestos son los mismos.
También se puede subir en tren de cremallera a la parte alta del pueblo al Santuario del Sagrado Corazón de Jesús. Nosotros no fuimos porque ya lo conocíamos.
Desde aquí nos vamos a Vila Do Conde, que prácticamente está unido a Pova Do Varzim. Comemos en un restaurante del paseo marítimo y seguimos hacia el sur hasta llegar a Costa Nova. Aquí aparcamos al lado de la ría (40.61670, -8.7495) que hay 4/5 plazas. Paseo por el pueblo para ver sus originales casas con fachadas de tablas de madera con distintos colores y a dormir.
05/6 – Volvemos a ir hacia el norte para ver el mercadillo de Ovar. Aquí hay que aparcar donde se puede y no es fácil. Por suerte encontramos un sitio normalito en una calle y allí paramos. Aquí el mercadillo es pequeño pero se nos antojaron unas zapatillas Converse All Star ‘originales’, pero las había en todos los colores menos en el verde que era el que a nosotros nos gustaba. La gitana nos dijo que no había ningún problema. Se metió detrás de un mostrador a hacer no se qué. Yo que me asomo y la veo que ha sacado una bolsa llena de etiquetas de Converse y se las está pegando a la zapatilla. Vamos que podía haberlas cogido de la marca que más me gustase.
Aunque no lo teníamos previsto, desde ahí nos bajamos a Figueira Da Foz con idea de darnos un bañito. Dejamos la AC en un estacionamiento normalito (40.14772, -8.85368) y cual sería nuestra sorpresa cuando nos encontramos con un mercadillo gigantesco de antigüedades. Comemos un buen pescado en un restaurante pequeñito frente al estacionamiento Casa de Heleno (40.14826, -8.85432), bien y barato y nos recorremos todo el mercadillo, al final del cual hay una feria de coches eléctricos, con mogollón de motos y hasta quad y minicars eléctricos. Fenomenal.
Seguimos dando una vuelta por el paseo marítimo y nos sentamos en la Marisqueira Sagres a tomar una cervecita y unos camaraos (langostinos). Hay parrilladas de mariscos de varios tamaños y precios y te cuecen una zapateira al instante que previamente tú mismo eliges.
Volvemos rodeando el Forte Santa Catarina hasta la AC y volvemos a Praia da Barra a dormir. Esta vez como es domingo el aparcamiento está casi a tope, pero aún así no hay problema de sitios.
06/6 – Volvemos a desayunar al lado de la ría y ponemos camino de vuelta a casa haciendo una parada en Viseu. Aparamos en una calle cualquiera por detrás de la catedral (Sé) porque como no es muy turístico no hay problemas de aparcamiento. Subimos una cuesta fenomenal por la que sube un funicular los dias de diario para evitarte la cuesta, y estamos prácticamente en la plaza donde está la Sé Catedral y la Igreja Da Misericordia.
Paseo por la zona y vuelta (esta vez cuesta abajo) para seguir ruta de nuevo a casa, esta vez parando en Vilaformoso, al lado de la frontera para ver alguna tiendecilla que estaba abierta y poco más.