Dejamos el coche en Linares de Riofrío justo al inicio de la senda (40.583388, -5.923162), que es muy ancha y sin dificultades para caminar por ella. El circuito es circular.
Todo el camino de ida es en leve ascenso y se agradece el frescor del bosque con el calor que hace fuera de él (más de 30º). Hay varias fuentes y un antiguo pozo.
Caminamos todo el tiempo entre castaños, acebos y robles y me llama la atención que ambos laterales del camino están llenos de ramas rotas y hojas secas. Haría falta una buena limpieza. Daría puestos de trabajo y se podría obtener un buen combustible ecológico con estos restos.
Justo en el punto medio y más alto del sendero está el merendero. Muy amplio, con fuentes y barbacoas. Ideal para hacer un descanso y perder un poco de tiempo en leer los paneles informativos que hablan de toda la flora y la fauna de la zona.
Después del refrigerio cogemos el camino de vuelta, un poco más despejado pero también entre bosques, y que al final acaba conectando con el sendero de ida, por lo que nos lleva de nuevo hasta donde está aparcado el coche, y vuelta a casa.