Medio de transporte: autocaravana

Ruta (450 kms): Salamanca, Arévalo, Coca, Palacio de Riofrío, Segovia, Granja de San Ildefonso, Patones de Arriba, Pedraza, Salamanca

4/9 – Salimos de Salamanca con dirección a Arévalo, es de esos pueblos por los que siempre vas de paso pero nunca te paras, y la verdad es que merece la pena dedicarle un tiempo. Entramos por el puente de Medina y fuimos a ver el castillo, donde aparcamos la AC, a partir de ahí nos movimos a pie. Fuimos a ver la plaza de Isabel la Católica y a tomar un cafelito en una terraza en la Plaza del Arrabal.

Salimos de la plaza por el Arco de Alcocer hasta la Plaza Real, seguimos para ver la fachada del palacio de los Ballesteros y de ahí a la Plaza de la Villa, preciosa con sus arcos, y la fuente de los cuatro caños.

Seguimos adelante hasta Coca para ver el castillo, pero con nuestra suerte habitual está cerrado por mantenimiento. De todas formas pasamos el foso y la primera muralla y nos damos una vuelta por el interior. Luego vamos a ver la Puerta de la Villa y la Torre Mudéjar. Vemos una tienda de souvenirs (no recuerdo el nombre) que además tiene productos típicos de la tierra, y anexada una cafetería que está a tope. La tienda está fenomenal y tienen productos muy originales. Nos llevamos unos chorizillos a la olla de recuerdo, jeje.

Desde ahí nos vamos a ver el Palacio Real de Riofrío. El entorno es ideal, totalmente cercado y con kilómetros de bosque. Es muy fácil encontrarse con ciervos en el trayecto al palacio, que no es más de 1-2 kilómetros.

El palacio me encanta porque no es demasiado grande y su estado de conservación es fenomenal. Ya habíamos estado hace muchísimos años, y como novedad habían puesto al público una sala con todo el sistema de avisos a los criados, que iba por cables a lo largo de las paredes, así como un pequeño montacargas para subir y bajar la comida desde la cocina. Sigue estando al público la zona de animales autóctonos disecados, que para los niños es muy interesante.

Para ir a Segovia salimos por el lado contrario del palacio, metiéndonos por una zona residencial y una pequeña subida/bajada por carretera de montaña curiosa. Dejamos la AC en la zona de pernocta (40.944974, -4.108400) y nos vamos a patear todo el centro de la capital. Yo no sé si existe una ciudad con más iglesias por metro cuadrado, pero es muy relajante perderse por esas calles. No fuimos a ver el Alcázar porque ya lo conocemos, pero también merece la pena visitarlo y prepararse para subir escaleras, jeje.

5/9 – Vamos a ver el otro palacio, el Palacio Real de la Granja de San ildefonso. Ya conocemos los jardines, así que esta vez vamos sólo a ver el palacio. Más grande que el de Riofrío pero también muy bien conservado. La Colegiata no merece mucho la pena. En definitiva, merece la pena visitarlo pero me gustó más el de Riofrío.

Nos adentramos ya en plena Sierra de Guadarrama metiéndonos en la provincia de Madrid. La atravesamos por completo y vamos a ver un pueblecito que se llama Patones de Arriba. Llegamos sin problema y nos extraña que a la entrada sólo pone ‘Patones’. Resulta que ese es Patones de Abajo, y a unos 3 kilómetros está Patones de Arriba. En seguida descubrimos de donde le viene el nombre. ¡¡Vaya tres kilómetros!!. Además de la cuestecita la estrechez de la carretera. En una recta nos cruzamos con un BMW X5 y no pasábamos los dos. El tuvo que dar marcha atrás hasta un pequeño ensanche y yo salirme por mi lado para poder pasar los dos.

Cuando se llega al pueblo hay muy poco sitio para aparcar, y siempre antes del pueblo, porque son callejas que no lo permiten. Menos mal que vamos ya fuera de temporada alta y en día de diario, y aún así casi no encontramos aparcamiento.

Una vez resuelto esto a ver el pueblo. Muy bonito y mucha cuesta. Casas de una planta todas en pizarra y calles empedradas. Mereció la pena la visita, aunque hacía un calor insoportable. Lo decían hasta los lugareños, que aquello no era normal.

Bajamos por donde hemos venido cruzando los dedos para no cruzarnos con nadie (hay suerte) y seguimos hasta Pedraza, situado en una colina no muy alta. Nos extaña abajo que pone ‘prohibido caravanas’, pero como nosotros vamos en AC y hay otra señal de parking a 300 metros pues tiramos para adelante.

La entrada al pueblo es un arco que denominan Puerta de la Villa que me empieza a generar serias dudas de si cabemos por él, así que me paro a un lado de la entrada para tomar medidas y ver qué me encuentro después. Lo que hace la experiencia, hay una plaza en la que puede ser difícil maniobrar y de ella salen dos calles bastante estrechas, en fin decido no entrar.

En esto que llega un camión tan grande o más que mi AC cargado de arena, luego nos enteramos que era para montar la plaza de toros de las fiestas, ¡¡¡ y se mete por el arco!!!. Tuvo que recoger los retrovisores y todo, pero fue alucinante ver cómo maniobraba dentro de la plaza para enfilar una de las calles y llegar a la Plaza. Yo no lo hubiese podido hacer ni de coña.

En fin, vuelta a callejear por el pueblo. Muy bien cuidado, vemos las vistas desde el Mirador, vemos la Plaza Mayor, que como decía estaban preparando para las fiestas. Muy bonita. y nos acercamos hasta el castillo, donde está instalado el Museo Zuloaga. No entramos por falta de tiempo, pero merece la pena verlo.

Salimos ya de vuelta y nos encontramos otra AC que no ha tenido nuestra perspicacia y se ha metido en la plaza después del arco. Todo un espectáculo. la gente en los balcones y los abuelos sentados en los bancos de la plaza todos mirando a ver cómo se lo monta para dar la vuelta y tratar de salir de la encerrona, y despotricando porque según ellos ‘eso pasa todos los días’. La más interesada es una señora en un balcón que está justo donde tiene que dar la vuelta, y la esquina ya está gastada de las veces que la han rozado. 

Encima la AC es de alquiler, así que no la conoce bien. Al conductor le dio un ataque de nervios que le hizo parar y bajarse, y al final entre él conduciendo, su mujer indicándole, mi mujer no dejando que saliesen coches y yo no dejando que entrasen consiguió salir. Bieeeeen.

Luego claro los comentarios de la gente del pueblo. ¡Mira que lo avisan abajo!¡todos los días igual!¡un día va a haber una desgracia!. Yo les recomendé que modificasen la señal para poner ‘prohibido el paso de caravanas y AUTOCARAVANAS’ y la verdad es que les costó entender la diferencia pero fueron muy receptivos, pero que a ver si el alcalde y tráfico les hacía caso.

A partir de ahí vuelta a Segovia y a casa.