Por motivos personales no hemos podido ir el viernes a la concentración, así que vamos a Palencia mi hermano pequeño y yo por la vía más rápida directamente para iniciar las excursiones.
Quedamos a los pies del Cristo del Otero y desde ahí nos desplazamos todos juntos hasta la Catedral de Palencia, la tercera más grande de España y dedicada a San Antolín (patrono de Palencia), con dos cruceros. Tenemos contratado una guía que nos la enseña por dentro y por fuera, aunque con cierta premura de tiempo porque hay una boda y varios bautizos y tienen por costumbre cancelar las visitas durante estos actos. Por dentro a destacar la calidad de las esculturas y la cripta visigoda. En el exterior la cabecera de la catedral y como curiosidad la gárgola del fotógrafo.
Desde ahí vamos a ver la Calle Mayor con sus edificios más característicos, varios de ellos de Jerónimo Arroyo, al igual que las últimas modificaciones hechas a la cabecera de la catedral.
Justo al lado está la Plaza Mayor (42.010820, -4.532794), donde paramos a tomar un refrigerio. Una vez fresquitos volvemos para coger las motos y nos dirigimos al Cristo del Otero. En las motos se puede subir hasta arriba, no así los coches que deben aparcar en una plataforma a mitad de camino.
El cristo, de unos 20 metros de altura, es obra del escultor Victorio Macho, que está enterrado en la base. Con otro guía pasamos a ver el interior donde está un museo y una capilla. Lo que no nos dejan es subir hasta la cabeza, porque la escalera es muy estrecha.
Una vez hecha la visita, y con un calor que te caes, nos vamos a comer a Villalcázar de Sirga (42.481262, -4.737085) (Villasirga para los amigos) de nuevo al mesón los Templarios, donde tienen teatralizada tanto la entrada como la comida. Menú PA REVENTAR y un lechazo buenísimo; sitio que hay que visitar al menos una vez.
Después de comer nos vamos a Frómista para reposar un poco antes de la cena.
Despertamos de la siesta, cañita para desengrasar en el Puzzles, y nos vamos a cenar a la Venta de Boffard (42.267205, -4.406329) donde nos han preparado una cena en el jardín a base de pinchos y tapas con una presentación exquisita y muy bien preparadas las viandas.
Cuando ya hemos quedado hartos (cosa difícil) nos vamos todos a tomar unas copas al pub La Estación, y como es normal se nos va perdiendo gente por el camino, así que sólo quedamos los mejores (jeje). Un par de cubatas y a la cama.
El domingo nos levantamos más o menos prontito y desayunamos en el Puzzles, comiendo unos pastelitos de una panadería que está justo al lado.
Después de desayunar despedida y viaje de vuelta haciendo parada en Medina de Rioseco, aparcando en la Plaza del Ayuntamiento. Aquí nos pateamos el pueblo no antes de entrar en Información y Turismo, que está en el museo de San Francisco.
Recorremos la Rúa Mayor (Calle de Román Martín), en la que uno de los dos laterales está repleto de soportales, y vemos la fachada de la Iglesia de Santa Cruz (41.881593, -5.042488), sencillamente impresionante. Seguimos por la calle y vemos colgado en la pared el famoso cocodrilo que aterrorizó a todo el pueblo. Junto a él un texto que cuenta la leyenda.
Vemos también por fuera la Parroquia de Santa María y Santiago (41.883394, -5.042687) y ya de vuelta a recoger las motos nos desviamos un poco para ver el arco románico de la Puerta de Zamora (41.879607, -5.042807).
Cogemos las motos y vamos a ver las dársenas del Canal de Castilla, donde se puede coger un barco para hacer un trayecto turístico por el Canal.
Cogemos de nuevo carretera vía Toro y Fuentesaúco y ¡¡ ala !! a Salamanca a comer.